martes, 27 de mayo de 2008

San Felipe Neri (1515-1595)

"Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace"


"¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan solo un corazón y este tan pequeño?"

viernes, 23 de mayo de 2008

Beato Juan XXIII

"Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende"

miércoles, 21 de mayo de 2008

VEN, ESPÍRITU CREADOR

F.V.D.

Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fíeles
y llena de la divina gracia los corazones,
que Tú mismo creaste.

Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, el dedo de la mano de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé Tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos.

Amén.


V. Envía tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos

Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.
(Rezada a diario por el Papa Juan Pablo II)

lunes, 12 de mayo de 2008

El envío del Espíritu Santo


Del Tratado de San Ireneo


"El Señor dijo a los discípulos: Id y sed los maestros de todas las naciones; bautizadlas en el nombre del Padre v del Hijo y del Espíritu Santo. Con este mandato les daba el poder de regenerar a los hombres en Dios. Dios había prometido por boca de sus profetas que en los últimos días derramaría su Espíritu sobre sus siervos y siervas, y que éstos profetizarían; por esto descendió el Espíritu Santo sobre el Hijo de Dios, que se había hecho Hijo del hombre, para así, permaneciendo en él, habitar en el género humano, reposar sobre los hombres y residir en la obra plasmada por las manos de Dios, realizando así en el hombre la voluntad del Padre y renovándolo de la antigua condición a la nueva, creada en Cristo.

Y Lucas nos narra cómo este Espíritu, después de la ascensión del Señor, descendió sobre los discípulos el día de Pentecostés, con el poder de dar a todos los hombres entrada en la vida y para dar su plenitud a la nueva alianza; por esto, todos a una, los discípulos alababan a Dios en todas las lenguas al reducir el Espíritu a la unidad los pueblos distantes y ofrecer al Padre las primicias de todas las naciones.

Por esto el Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo pan, si antes no es humedecido, así también nosotros, que somos muchos, no podíamos convertirnos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así como la tierra árida no da fruto, si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida, sin esta gratuita lluvia de lo alto. Nuestros cuerpos, en efecto, recibieron por el baño bautismal la unidad destinada a la incorrupción, pero nuestras almas la recibieron por el Espíritu.

El Espíritu de Dios descendió sobre el Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de ciencia y de temor del Señor, y el Señor, a su vez, lo dio a la Iglesia, enviando al Abogado sobre toda la tierra desde el cielo, que fue de donde dijo el Señor que había sido arrojado Satanás como un rayo; por esto necesitamos de este rocío divino, para que demos fruto y no seamos lanzados al fuego; y, ya que tenemos quién nos acusa, tengamos también un Abogado, pues que el Señor encomienda al Espíritu Santo el cuidado del hombre, posesión suya, que había caído en manos de ladrones, del cual se compadeció y vendó sus heridas, entregando después los dos denarios regios para que nosotros, recibiendo por el Espíritu la imagen y la inscripción del Padre y del Hijo, hagamos fructificar el denario que se nos ha confiado, retornándolo al Señor con intereses."

Del Tratado de San Ireneo, obispo, Contra las herejías (Libro 3, 17,1-3; SC 34, 302-306)

Oración

Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia,

extendida por todas las naciones,

derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra

y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles,

aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

lunes, 5 de mayo de 2008

Dr. Jérôme Lejeune (1926 - 1994)

F.V.D.

“Una frase, sólo una frase guiará nuestra conducta, y será la misma palabra de Jesús : Lo que hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis"



El Dr. Jérôme Lejeune a los 33 años, en 1959, publicó su descubrimiento sobre la causa del síndrome de Down, la trisomía 21, esto lo convirtió en uno de los padres de la genética moderna. En 1962 fue designado como experto en genética humana en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en 1964 fue nombrado Director del Centro nacional de Investigaciones Científicas de Francia y en el mismo año se crea para él en la Facultad de Medicina de la Sorbona la primera cátedra de Genética fundamental. Se transforma así en candidato número uno al Premio Nobel.
Aplaudido y halagado por los “grandes del mundo”, deja de serlo cuando en 1970 se opone tenazmente al proyecto de ley de aborto eugenésico en Francia: matar a un niño por nacer enfermo, es un asesinato y además abre las puertas a la liberalización total del crimen del aborto.
En esos meses participa en New York en la sede de la ONU en una reunión en la que se trataba de justificar, ya entonces, la legalización del aborto para evitar los abortos clandestinos. Fue en ese momento cuando refiriéndose a la Organización Mundial de la Salud dijo “he aquí una institución para la salud que se ha transformado en una institución para la muerte”. Esa misma tarde escribe a su mujer y a su hija diciendo: “Hoy me he jugado mi Premio Nobel”.
La defensa de Lejeune del ser humano desde la concepción se basó siempre en argumentos científicos -racionales- antes que en cualquier consideración religiosa.
Rechazó científicamente no sólo el crimen abominable del aborto, sino conceptos ideológicos como el de pre-embrión. Por esas razones lo aislaron, lo acusaron de integrismo y fundamentalismo y de intentar imponer su fe católica en el ámbito de la ciencia.
Fue incomprendido y perseguido en ámbitos de eclesiales, y aislado por sus colegas. Pero en ningún momento escuchó a los prudentes que le aconsejaban “callar para llegar más alto y así poder influir más”: las estructuras de pecado no se pueden cambiar, sólo hacen cómplices. Hizo caso omiso también de los que le decían que estaba sumiendo en la miseria a su familia, ya que le fueron cortados todos los fondos para sus investigaciones de las cuales vivía: continuó con sus investigaciones, sostuvo a su familia y se financió dando conferencias.
Juan Pablo II, en carta al Cardenal Lustinger, entonces arzobispo de París, con motivo de la muerte de Lejeune decía: “En su condición de científico y biólogo era una apasionado de la vida. Llegó a ser el más grande defensor de la vida, especialmente de la vida de los por nacer, tan amenazada en la sociedad contemporánea, de modo que se puede pensar en que es una amenaza programada. Lejeune asumió plenamente la particular responsabilidad del científico, dispuesto a ser signo de contradicción, sin hacer caso a las presiones de la sociedad permisiva y al ostracismo del que era víctima”.
En 1992 comienza, a petición de Juan Pablo II, la gestación de la Pontificia Academia para la Vida, creada por Su Santidad el 11 de febrero de 1994. El 26 de febrero de ese año recibe, ya en su lecho de muerte, el nombramiento de Presidente de la Academia. Entrega su alma a Dios el Domingo de Pascua de 1994 (3 de abril).






viernes, 2 de mayo de 2008

Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)

F.V.D.
“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”




¿Cuál Es?

¿El día más bello? Hoy

¿El obstáculo más grande? El miedo

¿La raíz de todos los males? El egoísmo

¿La peor derrota? El desaliento

¿La primera necesidad? Comunicarse

¿El misterio más grande? La muerte

¿La persona más peligrosa? La mentirosa

¿El regalo más bello? El perdón

¿La ruta más rápida? El camino correcto

¿El resguardo más eficaz? La sonrisa

¿La mayor satisfacción? El deber cumplido

¿Las personas mas necesitadas? Los padres

¿La cosa más fácil? Equivocarse

¿El error mayor? Abandonarse

¿La distracción más bella? El trabajo

¿Los mejores profesores? Los niños

¿Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás

¿El peor defecto? El malhumor

¿El sentimiento más ruin? El rencor

¿Lo más imprescindible? El hogar

¿La sensación más grata? La paz interior

¿El mejor remedio? El optimismo

¿La fuerza más potente del mundo? La fe

¿La cosa más bellas de todo? El Amor