Ven Espíritu Santo, tu amor me contiene y me eleva. Pero muchas veces las preocupaciones de la vida me tiran abajo como si no tuviera tu amor. Y algunas veces me dejo llevar por la angustia cuando los problemas no son tan grandes.
Dame un corazón más agradecido para que pueda vivir con más optimismo, sin dejar que se me amargue el alma por las cosas que me pasan.
Pues siempre, en medio de los problemas, hay muchos regalos de tu amor; e inclusive esos mismos problemas son un regalo de tu amor, regalo para mi santidad. Ayúdame a descubrir tus regalos, Espíritu que sostienes mi vida. A descubrir que en realidad sos Vos quien me va a Santificar, y no mis meritos.
Ven Espíritu Santo, quiero dejar una vez mas ante ti todas las cosas que me preocupan, y confiar en tu ayuda. Te entrego mi salud, mis tareas, mi hogar, mis seres queridos, mis proyectos. Quiero que te hagas presente en todos los momentos de mi vida, que me protejas, y que lleves todo a buen puerto.
Y te agradezco, Espíritu de Amor, por todo lo que me has dado. Por el aire, las personas que me ayudan y me alientan, el corazón que late, la sangre, la piel, las sensaciones agradables, y tantas otras simples cosas que llenan cada día de mi vida.
Gracias Espíritu Santo, Espíritu de Verdad, Espíritu de Amor. Gracias, Amén.
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