lunes, 1 de septiembre de 2008

Imitar a Cristo.


"El que me sigue no camina a oscuras", dice el Señor (Jn 8, 12). Con estas palabras Cristo nos encomienda que imitemos su vida y sus costumbres si queremos estar iluminados y libres de toda ceguera interior. Por eso, nuestro mayor afán debe consistir en reflexionar sobre la vida de Jesús. La enseñanza de Jesús está por encima de la de cualquier santo y el que penetra en ella con buena voluntad encontrará un alimento escondido. A muchos les sucede que aunque escuchan con frecuencia el evangelio no descubren su significado porque les falta el espíritu de Cristo. Es conveniente que procure adecuar toda su vida con Cristo quien quiere experimentar plenamente el sabor de sus palabras.

Tomás Hemerken de Kempis (1379 - 1471), "Imitación de Cristo".

No hay comentarios.: